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Los socialistas no esperan interferencias entre la contienda política en Catalunya previa a las próximas elecciones del 1 de noviembre, y la simultánea negociación en el Congreso de los Presupuestos del Estado para 2007, en la que el grupo mayoritario necesita de apoyos, entre otros, de los propios nacionalistas catalanes.

El portavoz del Grupo Socialista avisó además ayer al Partido Popular de que su posición «táctica» sobre las reformas le generará una «estrepitosa confrontación» con sus autonomías.

Asi lo entiende el Portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Diego López Garrido, convencido de que las elecciones catalanas del 1 de noviembre «no contaminarán» la negociaciones parlamentarias sobre los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE). Es más, cree que el PSOE revalidará el apoyo logrado hace un año y que mantendrá al Congreso en su misma política de alianzas «sin dar bandazos».

López Garrido recordó que el Gobierno ya obtuvo un amplio apoyo al aprobar el límite de gasto de 2007, que coincidía con los presupuestos, y reiteró su convicción de que habrá un amplio respaldo a los PGE de 2007. «Como siempre estaremos abiertos a mejoras, a admitir enmiendas de grupos y a dialogar y consensuar», enfatizó».