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La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, reclamó ayer «tolerancia cero» hacia la corrupción, al referirse a los últimos casos de irregularidades urbanísticas en distintos ayuntamientos.

«Me gustaría que todos, absolutamente todos, tuvieran esa actitud de tolerancia cero con la corrupción», apostilló.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Fernández de la Vega aseveró que el Ejecutivo «no está dispuesto a amparar ni a tolerar ninguna forma de corrupción».

Afirmó que al Gobierno y a ella en particular «la corrupción urbanística y cualquier corrupción» le parece «repugnante» porque «nada atenta más contra el sistema democrático» que ésta. Por ello dijo que el Gobierno «no está dispuesto a amparar ni a tolerar ninguna forma de corrupción» y aseguró que lo han demostrado «con hechos» y con decisiones como la Ley del Suelo, la creación de una Fiscalía especial de Medio Ambiente y Urbanismo y de una unidad especial de la Guardia Civil y con la Ley de Montes.

«Son medidas adoptadas por este Gobierno para luchar contra la corrupción», explicó la vicepresidenta. Fernández de la Vega apuntó que un «hecho sin precedentes» es el Ayuntamiento de Marbella y, en este sentido, pidió que no quepa duda a nadie de que el Gobierno seguirá haciendo «todo lo que esté en sus manos para luchar contra la corrupción». Preguntada al respecto, descartó un cambio en las competencias sobre suelo y urbanización para atajar los escándalos conocidos en las últimas fechas.

Dijo creer que los ciudadanos saben que «no vale todo» y por ello manifestó que no cree que haya que cambiar el sistema de competencias. «Frente a determinados fenómenos tenemos que cooperar», señaló Fernández, quien agregó que los ciudadanos exigen «respuestas» y «no piensan en competencias» sino en que «resolvamos los temas de corrupción».