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El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, reclamó ayer de nuevo que el voto de la abstención se convierta en voto para el candidato del PSC, José Montilla, ya que si gana «las instituciones de Catalunya se parecerán a las calles de Catalunya», al espíritu de su gente.

«Catalunya no es de nadie porque es de todos y va a ser de todos el miércoles, con el partido que más se parece a Catalunya, el PSC», insistió el presidente del Gobierno, garantizando que José Montilla «gobernará para todos de igual a igual, no sintiéndose de ninguna élite».

Ante las cerca de nueve mil personas que llenaron el Palau Blaugrana de Barcelona en el mitin de cierre de campaña, Zapatero opinó que al resto de candidatos no les gusta Montilla «no porque haya nacido en Córdoba», sino porque es «una persona del mundo del trabajo».

«Y pensaba cuando venía hacia aquí -después de haber escuchado a Artur Mas diciendo que gracias a que CiU había hecho una política de integración Montilla podía ser candidato del PSC- que no es tanto problema el que Montilla haya nacido en Córdoba, lo que no entienden y desde luego no les gusta es que sea una persona del mundo del trabajo», apuntó.

Zapatero aseguró que «todas las papeletas electorales son legítimas», aunque señaló que la del candidato socialista representa una «Catalunya para todos, una Catalunya social y de progreso», mientras que la del candidato de CiU, Artur Mas, representa «la marcha atrás».

A lo largo del mitin Zapatero tuvo mensajes para casi todos los candidatos a las elecciones del 1 de noviembre, especialmente para CiU, que «ahora se arrepiente de haber estado ocho años pactando con el PP de Aznar y Rajoy, y van al notario, están todo el día haciendo penitencia».