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EFE/EUROPA PRESS-MADRID
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, defendió ayer el derecho de los ciudadanos a «una transformación urbanística de las ciudades más sensata» y afirmó que el urbanismo salvaje «está matando la gallina de los huevos de oro», al tiempo que hace crecer el país de forma insostenible.

La intención es, según Narbona, gestionar mucho mejor que en el pasado la Ley de Costas, que se eviten nuevas ocupaciones ilegales y que se recuperen esos espacios, incluso yendo «más allá de lo que es el dominio público de acuerdo con la Ley de Costas».

En este sentido, destacó que el Ministerio está llevando a cabo un proceso de recuperación de espacios públicos, si bien, «en algunos casos, el proceso se puede dilatar en el tiempo porque se han creado intereses que pueden tener cierta legitimidad», declaró la ministra que aclaró que en cualquier caso, el objetivo del Ministerio es recuperar el «máximo de dominio público». Este proceso de recuperación de espacios comunes pasa por la adquisición, mediante compra o expropiación, de unas 50 fincas, «que permitirá ampliar la zona de dominio marítimo-terrestre».

Teniendo en cuenta que las competencias de urbanismo son de las comunidades autónomas, Narbona dijo que, «la respuesta es, desde el punto de vista administrativo, de las comunidades autónomas». Así explicó que para evitar penalizar actuaciones de ese tipo, se ha creado la Fiscalia especial de Medio Ambiente y Urbanismo.

Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, afirmó, sobre el caso de Ciempozuelos relacionado con presuntas irregularidades urbanísticas, que «no hay un problema de ley, ni de incompatibilidades», sino que, subrayó, lo que se necesita es «aplicar la ley».