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El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, insistió ayer en que seguirá intentando «por encima de todo» que el proceso de paz llegue a buen puerto y defendió el diálogo, desde la legalidad y los principios democráticos, como vía para poner fin al terrorismo.

Así lo dijo Zapatero en su intervención final ante el Comité Federal del PSOE -máximo órgano de dirección del partido entre congresos-, después de agradecer a los miembros de este órgano sus muestras de apoyo al Gobierno ante el proceso de paz.

«Tened claro que, por encima de todo, voy a seguir intentándolo», garantizó Zapatero, quien defendió el diálogo pero «siempre desde la fuerza de la legalidad, desde los principios democráticos y desde el respeto y máxima consideración a las víctimas».

El presidente del Gobierno dio a entender la importancia de que el proceso siga adelante a pesar de los epidodios de 'kale borroka' -lucha callejera- de las últimas semanas, porque cuando en otras ocasiones no se ha hecho todo lo posible por su éxito de forma decidida, ha habido que esperar muchos años para volver a un punto de esperanza.

Precisamente en la madrugada de ayer, cinco locales del PNV en Vizcaya fueron atacados con el lanzamiento de pintura contra sus fachadas. Los autores de los ataques lanzaron pintura contra los 'batzokis' de Durango, Cruces (Barakaldo), Alonsótegui y los bilbaínos de Santutxu y San Ignacio. Los daños materiales causados son escasos, y en la fachada de algunas de las sedes atacadas los autores escribieron pintadas en las que se califica de «mentirosos» al alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, y a la portavoz del Gobierno Vasco, Miren Azkarate.

La totalidad de los miembros del Comité Federal que ayer tomaron la palabra expresaron su apoyo al Gobierno y a los socialistas vascos ante el proceso de paz abierto en Euskadi, y criticaron la «utilización partidista« que hace el PP del terrorismo, a la que calificaron de «escandalosa» e «indecente».

Situación anterior
En el Comité Federal del PSOE, el líder de los socialistas vascos, Patxi López, fue el primero en tomar la palabra tras la intervención de Zapatero y proclamó que «la paz no vendrá de la mano de la territorialidad ni la autodeterminación», al tiempo que pidió que «se hagan oídos sordos» a la petición de poner fin al proceso porque significaría «volver a la situación anterior, es decir, a los atentados».

López resumió la actitud del PSE en que «somos tan firmes en la apuesta de la paz como firmes en la apuesta para defender el Estado de Derecho».

A López no le extrañó que Zapatero sólo hiciera una breve mención al proceso de paz en su intervención inicial de más de una hora ante el máximo órgano de gobierno del PSOE, y lo atribuyó a que a estas alturas «está todo dicho, todo claro y no hay que darle más vueltas».