José Montilla (i) y Pasqual Maragall se saludan al término del plenario de ayer en el Parlament de Catalunya.

TW
0

EFE-BARCELONA
El socialista José Montilla, en su discurso de investidura como nuevo presidente de la Generalitat catalana, anunció ayer en el Parlament que intentará ganarse la «autoridad moral» para gobernar Catalunya, huyendo de liderazgos «mesiánicos».

Montilla, que elogió la figura de Pasqual Maragall e hizo suyo gran parte del legado del primer gobierno tripartito, dijo que «Catalunya abre una nueva etapa», en la que el desarrollo de las políticas del bienestar servirá para «hacer más patriotismo que con mil proclamas sobre su identidad», porque «Catalunya no necesita recordar obsesivamente su identidad».

La primera jornada del debate de investidura se centró en el discurso de Montilla, antes de que hoy tengan lugar las intervenciones de los grupos y la votación en el pleno del Parlament que le convertirá en el 128 presidente de la Generalitat catalana.

En su discurso Montilla prometió que dará prioridad a la política social sobre la identitaria y apostó por un «catalanismo basado en una concepción civil: el patriotismo de los derechos y de los deberes ciudadanos que define el hoy y el mañana de nuestro pueblo».

En el que calificó como el «discurso más importante» de su vida, Montilla señaló su pretensión de «poner el nuevo Estatut al servicio de la gente y de su calidad de vida».