TW
0

Los hogares que han firmado su hipoteca en 2006 corren el riesgo de que la factura anual de su préstamo crezca a medio y largo plazo 2.500 euros al año si los tipos de interés hipotecarios llegan al máximo alcanzado desde la creación de la Unión Europea, el 6,39 por ciento.

El riesgo es menor para los que firmaron sus préstamos en los últimos cuatro años, que podrían tener que afrontar ascensos de entre 1.100 y 1.650 euros al año; y mucho menor para los contratados entre 1997 y 2001, que podrían subir entre 600 y 1.000 euros con respecto al coste actual.

Así consta en un estudio publicado ayer por la Asociación Hipotecaria Española (AHE), donde se refleja que los hogares que se han endeudado este año han empezado pagando una media de 8.471 euros al año, cifra que ya supera a la correspondiente a 1991 y que podría elevarse hasta 10.953 euros si se alcanzan las peores condiciones de tipos de interés que se han visto en la UE. La AHE ha realizado estos cálculos tomando como referencia la hipoteca media firmada este año, es decir, 138.723 euros, a 26 años y con un tipo de interés del 3,87 por ciento.

Los que se endeudaron antes de 1997 corren el riesgo de que crezca su factura hasta en 570 euros, aunque así todavía seguirían pagando menos que cuando firmaron su préstamo.

Por el momento, todos los que contrataron su hipoteca antes de 2003 disfrutan de mejores condiciones que en el momento inicial, aunque «probablemente esta situación varíe a lo largo de 2007 si, tal como se ha anunciado, el Banco Central Europeo no descarta futuras alzas del tipo de intervención», advierte la AHE.

En su estudio de este trimestre, la Asociación Hipotecaria también hace una estimación de cuánto podría reducirse el coste anual en caso de que bajaran al mínimo los tipos de interés. Las hipotecas de antes de 1997 disminuirían hasta en 500 euros anuales; los de entre 1997 y 2001, entre 620 y 920 euros, y las de después de 2002, entre 1.000 y 1.450 euros.

A este respecto, Ausbanc Consumo pidió ayer al Gobierno que la nueva ley que regulará el mercado hipotecario se extienda a los «aproximadamente 1,7 millones» de préstamos en vigor, porque de lo contrario, el texto se convertiría en «papel mojado».

A juicio de Ausbanc, la nueva ley debería establecer límites a los tipos de interés máximos que pueden cobrar las entidades financieras por los créditos que conceden, con el objetivo de «evitar la usura», algo muy importante en un momento de tipos al alza como el actual. Además, esta medida también serviría para poner límites a las elevadas tasas finales que cobran las refinanciadoras o reunificadoras, dijo Ausbanc.