ETA defiende la 'kale borroka' -lucha callejera- como reacción legitima a la persecución y al acoso que tanto la Policía como los jueces someten a Batasuna y su entorno. En el último número de su boletín interno -'zutabe'- la banda terrorista asegura que la violencia callejera es una «respuesta lógica» a lo que denomina «ataques policiales y judiciales» que sufre la izquierda abertzale.
Precisamente ayer, tres presuntos miembros de ETA fueron detenidos en la localidad de Quezac, en el sureste de Francia, en una operación efectuada por la policía judicial y la Subdirección Antiterrorista francesas.
Además, ETA amenaza con intensificar la 'kale borroka' si la situación no cambia y lanza una advertencia tanto a las autoridades como a la prensa francesas y pone como ejemplo a seguir para el futuro del País Vasco la Bolivia de Evo Morales.
Según la información difundida ayer por la Cadena SER, en el 'Zutabe 111', la banda terrorista ampara el rebrote de violencia callejera que se está registrando estos últimos meses y afirma que se trata de una réplica razonable a la persecución judicial y policial que vive todo el entorno de lo que denominan izquierda abertzale y que continuará si no cesan estos «ataques».
Según confirmaron fuentes antiterroristas españolas, uno de los detenidos es Zigor Garro Pérez, considerado el actual jefe del aparato logístico de ETA y por tanto el encargado de ordenar el robo de 350 pistolas cometido hace 37 días en una armería de la localidad de Vauvet, próxima a Nimes.
También fue detenida María Bernadó, compañera sentimental de Garro y en su día colaboradora del «Comando Barcelona», huida a Francia cuando esa estructura de los terroristas en la Ciudad Condal fue desarticulada por última vez.
El tercer terrorista detenido en la operación es Ekain Mendizábal Mujika que figura desde septiembre de 2003 en la lista de terroristas más buscados que configura el Ministerio de Interior para solicitar la colaboración ciudadana a través de internet para conseguir información para su búsqueda y captura, pues está juzgado en rebeldía por cinco acciones de violencia callejera cometidas en las localidades guipuzcoanas de Idiazábal, Ordicia, Ormaiztegui y Ataun.
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