TW
0

El fiscal pidió ayer 30 años de cárcel para Francisco Javier García Gaztelu «Txapote» por el asesinato, en 1995, del concejal del PP en San Sebastián Gregorio Ordóñez, mientras la viuda del edil consideró que el juicio no será suficiente hasta que en el País Vasco no haya «una sociedad con vencedores y vencidos».

El fiscal Ignacio Gordillo solicitó la citada pena, así como la prohibición de acercarse a la localidad donde reside la familia de la víctima por un período de 10 años tras cumplir la condena, peticiones que también reclamaron las acusaciones particular y popular, ejercida esta última por el PP, el Ayuntamiento de San Sebastián y la Asociación de Víctimas del Terrorismo.

La Audiencia Nacional juzgó ayer al ex dirigente etarra en la última vista oral -desde que lo extraditaron ha sido juzgado por ocho causas, incluida esta última- a la que éste asistió antes de que el próximo 15 de diciembre, fecha en la que se agota el plazo de un año por el que fue entregado, sea devuelto a Francia.

Al entrar en la sala María San Gil, que fue la primera testigo que declaró ayer, ésta miró fijamente al presunto asesino de su compañero y éste respondió manteniéndole la mirada.

La presidenta del PP del País Vasco, que estaba con Ordoñez cuando fue asesinado el 23 de enero de 1995 en San Sebastián, relató que estaban comiendo en un restaurante cuando «de repente vi que había una pistola sobre su cabeza (la de Ordóñez) e inmediatamente esa pistola se disparó y la cara de Gregorio cambió completamente».