Familiares de presos de ETA, ante la sede del PSE en Bilbao.

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AGENCIAS-BILBAO
El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, aseguró ayer que se ha reunido con Batasuna en las dos últimas semanas y respondió a Otegi, sobre el supuesto deseo de la izquierda 'abertzale' de participar en el ámbito democrático que «enviar a una cuadrilla de fascistas» contra un local de recreo de los peneuvistas o robar pistolas «no es hacer política».

«Lo que no va a hacer el PNV es ceder al chantaje de la violencia, como no lo hicimos en la reunión del Hotel Chiberta hace 30 años. Vamos a apostar con claridad por construir este país entre todos, con acuerdos políticos sólidos que sean refrendados por la ciudadanía vasca, sin admitir que estén tutelados por aquellos que quieren seguir ejerciendo la violencia», advirtió.

Imaz señaló al respecto que, «en los últimos meses, la vía política en el proceso de paz iba bien» porque las conversaciones entre los partidos políticos «estaban avanzando y empezando a dar sus frutos» sobre bases, agenda o calendario de la mesa de partidos, hasta que, «en mitad de ese proceso, ha vuelto a surgir la amenaza violenta» de ETA.

En una entrevista en Radio Euskadi, Imaz explicó que tiene la impresión de que «a ETA no le gustan el contenido de las conversaciones que se estaban manteniendo y trata de condicionarlas» lo que, a su juicio, es una actitud «absolutamente inaceptable».

Además, en referencia a las declaraciones realizadas el domingo por el portavoz de Batasuna, sobre que la izquierda 'abertzale' no tiene miedo a hacer política, Imaz pidió que «la hagan de verdad, con unas reglas muy claras, como que el diálogo debe realizarse en ausencia de violencia».