Agentes de la ertzaina observan los restos del autobús incendiado ayer.

TW
0

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dijo ayer que en el camino hacia el proceso de paz «le gustaría contar con el trabajo y apoyo de todos, también del PP», aunque acusó a esta formación de pretender únicamente «desgastar» al Ejecutivo en este asunto. En un mitin en Alicante, recordó que el Gobierno ha insistido «una y otra vez» que «el respeto a la ley, la ausencia de violencia y el respeto a las víctimas» son las reglas «para avanzar» y sostuvo que «no hay novedades» en el proceso de diálogo abierto en el País Vasco para el fin de la violencia.

Desde la ilegalizada Batasuna, Pernando Barrena manifestó su «preocupación» por la situación de este proceso, ya que aseguró que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, «lo ha llevado a un callejón sin salida y lo ha hecho inviable». En un acto político en Pamplona, el miembro de la Mesa Nacional de Batasuna dijo que «la izquierda abertzale habla con crudeza y realismo de la situación del proceso porque quiere rescatarlo de la vía muerta y quiere hacerlo funcionar», un objetivo en favor del cual animó al Ejecutivo a «abandonar de una vez por todas las recetas del pasado».

Frente a esta postura, el Gobierno vasco consideró, a través de su consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, que el proceso «no se romperá», aunque señaló que los principales interlocutores le «merecen poca credibilidad», y que no cree «ni en Batasuna, ni en el Gobierno y el Partido Socialista».