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El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón considera que la última operación dirigida contra una célula islamista, integrada en Al Qaeda, «ha evitado un mayor grado de estructuración del grupo, que, de permitirse, hubiera elevado exageradamente el riesgo contra la vida de las personas».

Señala que la «Salafia Yihadia» es el brazo armado de Al Qaeda en el norte de Africa y que, en este caso, el grupo estaba ubicado en la Barriada del Príncipe Alfonso de Ceuta y liderado Fuad y Karin, quienes «realizaban labores de proselitismo y reclutamiento para hacer la Yihad -«guerra santa»- con conexiones internacionales en Marruecos y la delincuencia común como fuente de financiación».

En el auto, en el que acuerda la prisión de siete de los detenidos el pasado martes en este operativo en Ceuta y la libertad de los otro cuatro, el magistrado explica que la actuación policial «ha estado plenamente justificada» y que existe «suficiente material probatorio» para adoptar las medidas mencionadas, en relación con delitos de integración en organización terrorista y falsedad de documentos públicos.

Garzón envía a prisión a Mohamed Fuad Mohamed Abdeselam, Karin Abdeselam Mohamed, Mustafá Abderrahman Ahmed, Hiasin Mustafa Mohamed, Yusef Abderrahman Ahmed, Abdelkrim Chaib Abdelaziz y Ahmed Abderrayat Laarbide porque forman un grupo o célula integrada en la organización salafista 'Salafia Yihadia', «vinculado o integrado en Al Qaeda y que se radicaría en Ceuta».