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Miles de personas se concentraron ayer ante los ayuntamientos de las principales ciudades españolas, convocadas por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), para condenar el último atentado de ETA en Madrid, en muchos de cuyos actos se escucharon gritos de dimisión contra el presidente del Gobierno.

Frente al consistorio de Sevilla, unas cuatrocientas personas, entre ellas el presidente del PP-A, Javier Arenas, se concentraron y en algunos casos corearon consignas contra Zapatero y reclamaron con gritos la presencia del alcalde, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, mientras que en el resto de capitales andaluzas también hubo actos en repulsa por el atentado. Las concentraciones de condena congregaron a unos tres centenares de personas en las capitales vascas, que contaron con el respaldo de los dirigentes del PP y se desarrollaron en silencio.

En Madrid, unas doscientas personas, interrumpieron en numerosas ocasiones los tres minutos de silencio que las autoridades madrileñas, con la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, y su alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, al frente, guardaron junto al Ayuntamiento de la ciudad. El presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, quien se sumó a la concentración de Jaén, exigió al Gobierno que demuestre «con pruebas manifiestas» que ha roto el diálogo y cualquier tipo de negociación con ETA.

En Barcelona, cerca de un centenar de miembros de la asociación «Peones Negros» boicoteó la concentración silenciosa de repulsa por el atentado de la T4 de Barajas con gritos contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y contra el presidente catalán, José Montilla.

Unos trescientos ciudadanos respondieron al llamamiento de la Federación de Municipios de Catalunya y la Asociación Catalana de Municipios, entre ellos el presidente de la Generalitat, su vicepresidente, Josep Lluís Carod-Rovira, y otros miembros del Ejecutivo, además del alcalde de Barcelona, Jordi Hereu.

En Pamplona, varios centenares de ciudadanos guardaron tres minutos de silencio en protesta por el atentado.