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Prácticamente 24 horas después de que apareciera el vehículo de Carlos Alonso Palate, los equipos de rescate que trabajan en la T4 localizaron el coche del segundo ecuatoriano desaparecido tras el atentado, Diego Armando Estacio. El vehículo, que fue identificado por la matrícula, se encontraba en la plaza de aparcamiento que ayer facilitó su novia a los bomberos.

La búsqueda del coche del joven de 19 años se centró ayer en un lugar distinto al que hasta ahora era el foco central, después de que la novia de éste diera nuevos detalles de la situación del coche en el que se encontraba, supuestamente, Estacio, concretamente en la plaza 616 de la primera planta del módulo D del aparcamiento de la terminal de Barajas. El día del suceso, Estacio había acudido al aeropuerto junto a su novia, Verónica Arequipa, para recoger a la madre de ella. Aparcaron su coche, un Renault Clío blanco, en el módulo de aparcamiento D de la Terminal 4. Mientras la joven acudía a la terminal, Estacio decidió quedarse en el coche echando una cabezada. El cuerpo de Palate fue trasladado al Instituto Anatómico Forense después de ser rescatado a las 02:30 de la madrugada. Los primeros datos de la autopsia, que revelaron que el ecuatoriano murió por parada cardiorrespiratoria por compresión, eran necesarios para efectuar la repatriación del cadáver. El avance de la autopsia determina que murió cinco minutos después de la explosión, es decir estuvo agonizando durante cinco minutos en el interior de su vehículo.

El coche fue localizado, a última hora de la tarde, en una zona cercana a la furgoneta-bomba y en circunstancias parecidas al de Palate, aunque en este caso tuvo que realizarse la identificación a través de una minicámara, ya que el vehículo de Estacio se encontró en una zona de difícil acceso a la que no puede llegar ningún dispositivo.

Según los servicios de rescate, la cantidad de escombros que sepultan el coche del joven impide un rápido acceso al mismo, por lo que prevén que hasta mañana no se podrá confirmar si el cuerpo se encuentra, o no, en el interior del vehículo.

Por otra parte, los restos mortales de Carlos Palate, el ecuatoriano que se convirtió el sábado en la primera víctima mortal de ETA en los últimos tres años y medio, volaron a media tarde de ayer rumbo a su tierra natal. El Ministerio de Defensa fletó un Boeing 707 de la Fuerza Aérea Española para el traslado de su féretro hasta Ecuador, viaje en el que la familia del fallecido estuvo acompañada por un equipo de psicólogos y la secretaria de Estado de Cooperación para Iberoamérica, Trinidad Jiménez.