El miembro de la Mesa Nacional se remitió a la literalidad del lema inicial de la manifestación y dijo no querer «polemizar» ni con los partidos que abogan por la no participación de Batasuna, ni con las interpretaciones realizadas, incluso por el propio Ibarretxe, sobre que la marcha suponía un rechazo a ETA.
Ibarretxe, que regresó anticipadamente de la Conferencia de Presidentes, comunicó que el nuevo lema es «Exigimos a ETA el final de la violencia. Por la paz y el diálogo», y pidió a Batasuna que «se quede en casa» si no secunda «todos los términos» del lema.
La polémica comenzó al mediodía cuando el dirigente de Batasuna Pernando Barrena comunicó que esta formación ilegalizada se suma, al igual que hizo después el sindicato LAB, a la manifestación convocada por el lehendakari porque «se sitúa en clave de dar un impulso al proceso político» y el lema «Por la paz y el diálogo» es «adecuado».
El anuncio de Batasuna motivó que por la tarde, tres horas antes de que se pronunciara el lehendakari, el líder de los socialistas vascos, Patxi López, dijera en Bilbao que su partido no acudiría a la manifestación si no había cambios en el lema que dejara claro el «rechazo» a ETA.
López, que recalcó que su postura «no es distinta» a la manifestada por Josu Jon Imaz en días anteriores, consideró que si el lehendakari no cambiaba el lema, «debería desconvocar esta manifestación, mal planteada a todas luces, para pedir una reunión urgente de todas las fuerzas políticas democráticas y pactar otros lemas que hagan imposible que quien no rechaza la violencia esté presente en ella».
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