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La tasa de inflación se situó en el 2,7 por ciento al cierre de 2006, la más baja desde la entrada de España en el euro y la misma con la que finalizó 2001, último año de circulación de la peseta. Así se deduce de los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), según los cuales el Indice de Precios de Consumo (IPC) aumentó tres décimas en diciembre, y dejó la tasa anual en el 2,7 por ciento, un punto menos que la de 2005.

El secretario de Estado de Economía, David Vegara, calificó de «muy positivo» el dato, y auguró un «descenso paulatino» de la tasa de inflación en el primer semestre, siempre que se mantengan los niveles actuales del precio del crudo. Vegara consideró «factible» que a lo largo del año la inflación descienda «significativamente» más allá del 2,5 por ciento. De nuevo, el secretario de Estado recordó que la economía española ha podido asumir el «shock» de la subida del petróleo de los dos últimos años y advirtió de que tanto el previsible descenso como el que diferencial de precios con la zona euro dependerán en buena medida del componente energético.

La tasa anual de la inflación subyacente -que excluye los precios de los alimentos frescos y la energía- bajó una décima, hasta el 2,5 por ciento, de nuevo por debajo del índice general.

Además, si se compara el Indice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) con el resto de la zona euro, el diferencial de precios español se reduce a 0,8 décimas, el más bajo desde abril de 2004.

El dato del IPC de ayer servirá por otra parte para actualizar o revisar las pérdidas salariales que el desvío de la inflación provoca, aunque no todos recuperarán el poder de compra perdido, ya que cada convenio con cláusulas de revisión salarial debe establecer también a partir de qué tasa se activa. Esto afectará a más de 6,6, millones de españoles.

A este respecto, Vegara recordó que se activarán automáticamente las cláusulas de revisión salarial que establezcan un tasa inferior al 2,7 por ciento. Añadió que la «ventaja» de haber terminado en este nivel es que es «suficientemente razonable», primero porque hará que no se tengan que activar todas las cláusulas de revisión, y segundo porque es un buen punto de partida para la negociación de los próximos convenios

Los tres grupos más inflacionistas de 2006 fueron la vivienda, con un alza del 4,9 por ciento, y la enseñanza y la hostelería, con subidas ambas del 4,4 por ciento.

La subida de los carburantes y lubricantes en diciembre ha provocado que se elevasen en buena medida las tasas anuales de grupos como el de vivienda, influenciado por el repunte del gasóleo de calefacción en el último mes del año, o el del transporte, que ha pasado de tener una tasa anual del 0,5 por ciento al 1,8 por ciento.