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OTR/PRESS-BILBAO
Decenas de miles de personas salieron a las calles de Bilbao para exigir a ETA el fin de la violencia y apostar por la paz y el diálogo. A la manifestación, convocada por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, asistieron dirigentes del PNV, PSE, EA, EB y Aralar. Delegaciones de CiU, ERC, ICV, IU y BNG también se desplazaron a la capital vizcaína para respaldar una marcha en la que no estuvieron ni PP ni la ilegalizada Batasuna.

A la concentración asistieron destacados dirigentes de la gran mayoría de fuerzas políticas vascas. El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, reivindicó «la paz y la palabra» frente a la violencia, a la vez que exigió a ETA que cese el terrorismo. «Remover conciencias». Para esto espera el líder del PSE que sirva la manifestación que recorrió las calles de Bilbao y confía en que el acto sea «un toque de atención» y haga recapacitar tanto a Batasuna, para que «apueste en serio por la política, por la democracia y la paz», como al PP, que ha sido «incapaz de dar los pasos necesarios para recuperar la unidad democrática frente a la violencia».

Tras la polémica generada durante toda la semana por lema, al que hubo que añadir la frase 'Exigimos a ETA el fin de la violencia' después de que Batasuna anunciara que bajo la consigna inicial, 'Por la Paz y el diálogo', acudiría al acto sin condenar el atentado de Barajas, miles de personas -80.000 según la Policía Municipal- inundaron las calles de la capital vizcaína para apostar por la paz y el diálogo y exigir a la banda terrorista el fin de la violencia. La marcha partió tras una pancarta portada por ciudadanos anónimos con el lema 'Exigimos a ETA el fin de la violencia. Por la paz y el diálogo' en euskera y castellano.

Y aunque no estaba anunciado, fue el lehendakari el que puso el punto y final a la manifestación dirigiendo unas palabras a los miles de asistentes frente al Ayuntamiento de la capital vizcaína. Ibarretxe destacó que todos los que acudieron a la marcha expresaron su deseo de no querer «vivir con violencia y que quiere dejar a sus hijos un pueblo vasco en paz», y en este sentido prometió que el Gobierno vasco «no va a ceder» y va a seguir con iniciativa política, añadiendo que el diálogo «es indispensable para solucionar todos los problemas».

«Sin diálogo, simplemente no hay futuro ni esperanza», afirmó el lehendakari, que también se dirigió la los ciudadanos para agradecerles su «generosidad».