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El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz volvió ayer a ordenar la busca y captura y detención internacional, a efectos de extradición, de los tres militares estadounidenses imputados por la muerte, el 8 de abril de 2003 en el hotel Palestina de Bagdad (Irak), del cámara de Tele 5 José Couso. Pedraz adoptó esta decisión en una providencia en la que además solicita al fiscal que le informe sobre la posibilidad de decretar el embargo de bienes de la Administración estadounidense para responder de las eventuales responsabilidades civiles subsidiarias derivadas del proceso.

En concreto, el abogado de la viuda de Couso, Leopoldo Torres, solicitó al juez que solicitara un millón de dólares a los tres militares e idéntica prestación de fianza por parte de la Administración Federal de Estados Unidos como medida cautelar dirigida a la reparación e indemnización efectivas de las responsabilidades pecuniarias y civiles derivadas de la muerte del cámara.

Respecto a las tres órdenes de detención, Pedraz ya las había dictado por primera vez el 19 de octubre de 2005, pero su decisión quedó sin efecto después de que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional acordara el pasado 10 de marzo archivar la causa al considerar que se trató de un «acto de guerra contra enemigo erróneamente identificado» y que España no era competente para juzgar a los militares de EEUU.