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El juez Baltasar Garzón ordenó ayer el ingreso en prisión del presunto etarra Iker Aguirre Bernadal, detenido el día 25 en la localidad de Portbou cuando supuestamente se dirigía a Valencia para recabar datos para cometer atentados durante la celebración de la Copa de América.

En el auto de prisión, Garzón le imputa un delito de pertenencia a banda armada, otro de conspiración para cometer estragos y asesinatos terroristas y otro de falsificación de documentos, y le atribuye también la intención de viajar a Alicante para obtener información sobre objetivos turísticos en los que colocar coches-bomba o mochilas-bomba.

Garzón envío a prisión a Aguirre a petición de la fiscal Dolores Delgado tras un interrogatorio que no se prolongó más de media hora porque éste, que, según el juez, actuaba bajo las órdenes del dirigente etarra Garikoitz Aspiazu, «Txeroki», se negó a contestar a las preguntas que formuladas.

Aguirre fue detenido en un control policial rutinario cuando viajaba en tren con destino a Barcelona-Sants y, al ser cacheado, los agentes hallaron en el interior de su zapato izquierdo abundante documentación falsa (seis DNI) y dentro de su zapato derecho 3.000 euros en billetes de 50.