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El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, presentó ayer en la sede socialista de Ferraz la precampaña electoral del partido para los comicios municipales y autonómicos del próximo 27 de mayo. Según explicó, el pilar central de la misma será la lucha contra la corrupción urbanística, con una propuesta de modelo urbanístico «sano y civilizado» frente al «urbanicidio» que, a su juicio, fomenta el PP. Además, el número dos del PSOE aseguró que los socialistas no permitirán que la lucha contra ETA se convierta en un «instrumento de agitación y desgaste», como dio por seguro hará el PP.

Bajo el lema 'Nuevos tiempos', el PSOE pretende hacer ver a los ciudadanos que las próximas elecciones son «trascendentales», pues el signo político que gobierne su ayuntamiento afectará a sus intereses inmediatos y a su vida cotidiana. Por ello precisamente Blanco se esforzó en dejar claro que el PSOE defiende un urbanismo «sano y civilizado» frente al modelo del PP, en el que «el crecimiento de las ciudades se liga exclusivamente a intereses privados».

Ciudades
«La ciudad termina convirtiéndose en un lugar hostil en el que crece la desigualdad, se compromete el futuro y se deterioran las condiciones de vida de los ciudadanos», proclamó Blanco, antes de remachar, «es el modelo del PP, que ni siquiera puede considerarse urbanismo sino urbanicidio». Además, dio por hecho que el PP intentará «dividir y enfrentar» usando el terrorismo como «instrumento de agitación y desgaste» contra el Gobierno, pero advirtió que «no lo va a conseguir».

Blanco también contrapuso la apuesta del PSOE por un mayor autogobierno y una mayor cooperación entre administraciones que propugnan los socialistas y la «nostalgia del centralismo» que achacó al PP, al que acusó incluso de «desconfiar del autogobierno». Según el dirigente socialista, los populares dificultan la cooperación utilizando las comunidades en las que ostentan gobiernos autonómicos como «armas de combate intransigente» contra el Ejecutivo central.

Blanco también se esforzó en recordar que en esas elecciones no se elige presidente del Gobierno, sino alcaldes, parlamentos y gobiernos autonómicos, por lo que habrá «muchas campañas», que no tendrán el tinte de unas generales y en la que la Ejecutiva Federal se limitará a «apoyar y coordinar».

Blanco proclamó que el PSOE afronta estos comicios convencido de que incrementará la ventaja de 160.000 votos sobre el PP que cosecharon en 2003 y que obtendrá más comunidades y alcaldías que los populares en esta ocasión.