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EFE-BILBAO
La explosión de un artefacto casero, atribuido por la consejería vasca de Interior a la «kale borroka» y no a ETA, ha causado cuantiosos daños materiales en la estación de Renfe de Lutxana, en Barakaldo (Vizcaya).

También resultó dañada la instalación eléctrica de megafonía y de telecomunicaciones, lo que afectó al funcionamiento de las dos líneas de Cercanías que circulan por la estación de Lutxana: la C-1, que une Bilbao con Santurce y la C-2, que comunica Bilbao con Muskiz.

El artefacto explotó sobre las 00.30 horas de ayer y originó un incendio que tuvo que ser sofocado por los bomberos y que llegó a quemar una tercera parte del tejado del inmueble, según informaron fuentes de la compañía ferroviaria.

Además, la deflagración, que no causó daños personales, afectó a una máquina expendedora de billetes, dos canceladoras, toda la zona de taquillas, ocho puertas metálicas y de madera, una cristalera, así como diverso mobiliario.

La explosión causó, además, el ennegrecimiento de la fachada del inmueble, así como de los suelos y paredes interiores de la primera y segunda planta.

Dada la magnitud de los daños ocasionados, la Ertzaintza investigó la posibilidad de que se tratase de un atentado de ETA, por lo que buscó en el lugar de la explosión restos de materiales explosivos, que finalmente no aparecieron.

Por ello, atribuyó este atentado a un episodio de «kale borroka», ya que, además, se encontraron restos de una garrafa que supuestamente habría contenido líquido inflamable y a la que los autores del ataque habrían prendido fuego tras forzar la puerta de acceso a la instalación.