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Un total de 35 inmigrantes asiáticos del «Marine I», susceptibles de cumplir los criterios de asilo, aterrizaron esta madrugada en Las Palmas, otros tantos subsaharianos fueron repatriados a Cabo Verde y 299 de origen indio siguen a la espera de que concluyan los trámites que permitan su repatriación.

ACNUR trasladó al Gobierno su «disponibilidad para cooperar» en la resolución de la situación de los inmigrantes trasladados desde Nuadibú al archipiélago canario.

En el barco, que pasó dos meses en alta mar y quince días frente a las costas de Mauritania, viajaban 369 inmigrantes asiáticos, procedentes de Cachemira (India), Birmania, Sri Lanka y Afganistán, y 35 subsaharianos de Costa de Marfil, Sierra Leona y Liberia.

Una portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados en España (ACNUR) informó ayer de que, de los inmigrantes trasladados a Canarias, tres son afganos, diez son nacionales de Sri Lanka y 22 de Myanmar -antigua Birmania-. Expresó asimismo su creencia de que el resto de inmigrantes que estaban a bordo del buque, todos ellos varones, serán repatriados a sus países de origen.

La organización reconoció las «circunstancias excepcionales» de estas personas y agradeció al Ejecutivo que haya tomado medidas para «considerar las necesidades de protección internacional que este grupo pudiera tener».

Los 299 inmigrantes de origen indio, según informaron fuentes del Ministerio del Interior, ya han sido identificados y se está a la espera, en el puerto mauritano de Nuadibú, de que concluyan los trámites diplomáticos y burocráticos para proceder a sus repatriaciones.