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El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, reconoció ayer, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que España tiene «un grado de amenaza del terrorismo radical islamista que todos los ciudadanos conocen». «Es verdad que en las últimas apariciones públicas de los líderes de Al Qaeda a veces hay menciones a España y eso nos hace estar alerta», remarcó.

Las citadas fuentes también hicieron alusión al reciente atentado suicida en Casablanca y precisaron que habían recibido información detallada de las autoridades marroquíes, que habían mostrado su preocupación por los hechos.

El titular de Interior resaltó que el Gobierno nunca ha «ocultado» que la «amenaza existe», pero enfatizó que ahora también se está «mucho mejor preparado» ante ella que «el año pasado, que el anterior y que el anterior». «Tenemos más gente trabajando, sabemos más, estamos más coordinados aquí y con los de fuera», indicó.

Fuentes del Ministerio de Interior se refirieron a esta amenaza y subrayaron que el hecho de que España esté celebrando el juicio por los atentados del 11 de marzo de 2004, que recordaron durará meses, hace que se esté más a la vista para los terroristas.

Esta preocupación coincide con la filtración de que las fuerzas de seguridad han constatado en las últimas semanas el regreso a Catalunya de «una veintena de muyahidines» paquistaníes y marroquíes» que han recibido entrenamiento terrorista en las zonas tribales de Pakistán o que han luchado en Irak y Afganistán, y en menor medida en Líbano. Se han detectado un grupo de muyahidines en La Rioja, aunque más reducido.

Por su sola presencia, estos radicales representan un importante peligro para la seguridad interior, pues ya pueden formar células nuevas y organizar atentados en territorio español, según reveló ayer El Periódico.