La Guardia Civil expuso en el cuartel de Intxaurrondo el material incautado en Andoain. Foto: J.H./EFE

TW
0

MADRID/VITORIA/S. SEBASTIÀN-OTR/EFE
Las detenciones del miércoles de ocho presuntos miembros de ETA, unidas a las dos que se produjeron hoy en Francia, han encendido las luces de alarma ante la posibilidad de que la banda terrorista se esté preparando para volver a matar. El consejero de Interior, Javier Balza, aseguró que tanto su departamento como Ministerio de Interior se encuentran en estado de «alerta máxima» y trabajan bajo la «hipótesis muy real» de que ETA vuelva a atentar. Por su parte, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, dijo no tener «conocimiento de objetivos de ETA ni de posibles atentados», y afirmó que «vamos a analizar la documentación encontrada ayer para actuar en consecuencia». Aseguró que la Guardia Civil y la Policía Nacional «ha estado, está y estará en alerta máxima para garantizar la seguridad de los ciudadanos».

Así señaló que todos estos factores evidencian que «ETA no parece estar dispuesta a dar muchas oportunidades a un proceso real, o que por lo menos juega a dos barajas», lo que es «una situación preocupante y poco fiable». Sobre la posibilidad de que la organización terrorista esté introduciendo más comandos desde Francia, consideró que esta cuestión «siempre hay que valorarla desde un punto de vista de cualquier cuerpo policial como una hipótesis muy real». En cuanto a si ETA está preparando un atentado de forma inminente, afirmó que es una hipótesis «que se puede matizar», pero que hay que trabajar bajo la premisa de que la banda terrorista «está intentando reconstruir sus comandos y actuar».

En una rueda de prensa en el Parlamento vasco, el consejero de Interior afirmó que mantuvo ayer por la mañana una «larga» conversación con el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y apuntó que las detenciones de presuntos miembros de ETA practicadas a finales del año pasado en Vizcaya, el arresto de otro presunto terrorista cuando se dirigía a Valencia desde Francia y el intento de reconstitución de un comando en Guipúzcoa, «demuestran que tenemos que estar en una alerta máxima».