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El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Àngel Moratinos, aseguró en La Habana que se inicia una nueva etapa de las relaciones con Cuba y que es «impensable» que su país no pueda mantener una política constructiva y dialogante con la isla.

Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, insistió a Moratinos para que aproveche el desplazamiento y exija «democracia, libertad y respeto a los derechos», solicitándole también que se reúna con los disidentes, a quienes considera perseguidos por «razones políticas». Rajoy también se refirió desde Tenerife al «anacronismo» del régimen castrista, por lo que reclamó a las autoridades cubanas «un esfuerzo« que derive en un «régimen democrático».

«Creo iniciamos una nueva etapa», indicó Moratinos en una breve declaración a los periodistas en la sede de la Cancillería cubana, donde se reunió con su homólogo cubano, Felipe Pérez Roque, en la primera jornada de su visita de dos días a la isla.

«Es absolutamente impensable que España, el Gobierno de España, no pueda mantener, defender y desarrollar toda un política intensa, constructiva, dialogante con las autoridades cubanas», agregó.

El ministro destacó «lo importante y lo necesario que era esta visita», casi diez años después del último viaje de un titular de Exteriores español a la isla, en 1998, y manifestó su «satisfacción y agradecimiento» por estar en Cuba.

En los mismos términos se manifestaron miembros de las 'Damas de Blanco', el colectivo que agrupa a mujeres familiares de disidentes cubanos presos, que pidieron que el ministro español, interceda ante el gobierno de La Habana por la excarcelación de los opositores.