Según este sindicato, mayoritario en Catalunya, las personas que son enviadas a campos de entrenamiento para convertirse en terroristas islamistas regresan después a Europa para formar células durmientes, y, una vez en Catalunya, suelen incorporarse a trabajar en el sector de la construcción. Gavilán se refirió a varios informes de expertos que cifran en un 10% el porcentaje de población musulmana afincada en Catalunya que simpatiza con Al Qaeda.
Los representantes del sindicato aseguran tener datos de la comisaría central de información de la Dirección General de la Policía que demuestran que Catalunya ha desbancado a lugares como Bélgica o Marsella en cuanto a reclutamiento de terroristas islamistas.
La Confederación Española de Policía advirtió también de la poca colaboración de las administraciones autonómica y municipal para perseguir la inmigración irregular. Una vez más, el sindicato alertó de que en Catalunya faltan unos 300 agentes para realizar los controles de extranjería, lo que, a su juicio, está favoreciendo la llegada de inmigrantes musulmanes a Catalunya.
Por su parte, la Delegación del Gobierno en Catalunya ha afirmó ayer que la lucha antiterrorista está «asegurada», ya que más de 3.600 policías nacionales están destinados a combatir el terrorismo, la inmigración ilegal y el crimen organizado en la comunidad catalana.
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