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Cinco peritos de la Unidad Central de Información (UCI) de la Policía aseguraron ayer que «no existe ni un solo dato objetivo que vincule a ETA con el 11-M», ya que estimaron que el método de actuación de la banda terrorista no se corresponde con el utilizado en los atentados de Madrid.

El 9 de mayo fue el comisario jefe del Instituto de Estudios de la Policía, José Cabanillas, uno de los cinco peritos que también declaró ayer ante el tribunal, y negó la existencia de esa relación, después de que el ex director general de la Policía Agustín Díaz de Mera le acusara de manipular el informe de Pérez Castaño para ocultar esos supuestos vínculos entre ETA y el 11-M.

En su exposición en la trigesimonovena jornada del juicio, estos cinco expertos en terrorismo desgranaron uno de los informes en los que se abordaron posibles vínculos entre ETA y los islamistas y que fue encargado por el entonces comisario jefe de la UCI Domingo Pérez Castaño.

Preguntado por una de las acusaciones, uno de estos expertos señaló que «en la Comisaría General de Información jamás ha existido ni un solo informe que vincule a ETA con el 11-M» y añadió que «nunca aceptaríamos que hubiera un informe basado en elucubraciones».

Según explicó uno de los peritos, ETA «nunca ha comprado explosivos a delincuentes comunes», como supuestamente hicieron los autores del 11-M, que presuntamente los adquirieron a mineros de Asturias, sino que normalmente los ha robado en las fábricas o los ha elaborado de forma artesanal, bien fuera cloratita o bien amonal o amosal.

Además, en la época en la que se cometió la masacre de Madrid, ETA había robado Titadyine en una fábrica de Francia y desde entonces todos sus atentados los estaba cometiendo con ese explosivo.