TW
0

OTR/PRESS-SAN SEBASTIÀN
El preso de ETA Ignacio de Juana Chaos trasladó a su entorno, durante su estancia en el Hospital Donostia de San Sebastián, que está dispuesto a regresar a la huelga de hambre si Instituciones Penitenciarias le coloca una pulsera de control telemático de regreso a su domicilio, informaron fuentes de la lucha antiterrorista.

La negativa del terrorista a colocarse la pulsera fue desmentida el pasado viernes por el Ministerio del Interior y confirmada ayer por el portavoz de Askatasuna, Juan María Olano, quien dice que el etarra rechaza esa posibilidad porque no es «un perro».

Además, el Gobierno se comprometió a trasladar a Iñaki de Juana Chaos a su domicilio y a someterle únicamente a control telefónico, sin pulsera localizadora. Así lo aseguró ayer Olano, que denunció que el Ejecutivo «pusilánime» y «sin personalidad política» que preside José Luis Rodríguez Zapatero ha incumplido este compromiso y se ha dejado vencer por «la presión de la extrema derecha».

Pero, según reveló el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, la presión que más preocupa ahora al Gobierno es la de los ciudadanos, la repuesta social que puede motivar la salida del etarra del hospital y su traslado a su domicilio. Y desde el PP, el secretario general del partido, Angel Acebes, denunció que sería una «humillación y vejación intolerable» que el asesino de 25 personas se fuera a su domicilio controlado sólo por «una llamadita».

En una rueda de prensa celebrada en San Sebastián, el portavoz de esta ilegalizada asociación de apoyo a los presos de ETA aseguró que cuando el pasado 1 marzo fue trasladado desde el Doce de Octubre de Madrid hasta el Hospital Donostia -donde el etarra se reestablecía de una huelga de hambre que prolongó por más de 100 días-, De Juana tenía «un compromiso firme» en el sentido de que «cuando recuperara su salud, iría a su casa y se le mantendría un control telemático».