El secretario de organización del PSOE, José Blanco, ayer en su comparecencia ante los medios. Foto: EFE

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El PSOE decidió ayer dejar en manos de UPN el futuro Ejecutivo foral de Navarra tras rechazar el principio de acuerdo que los socialistas navarros habían alcanzado con Nafarroa-Bai e IU para formar gobierno en esta comunidad.

La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE adoptó esta decisión después de reunirse con los líderes del PSN, Fernando Puras y Carlos Chivite, a quienes expresó que no se daban las condiciones de gobernar con los nacionalistas y la formación de izquierdas.

Nafarroa Bai, coalición integrada por Aralar, EA, PNV y Batzarre, e IU criticaron la actitud del PSOE y pidiendo nuevas elecciones, al considerar que el futuro de Navarra deben decidirlo los navarros y no en Madrid.

El secretario de Organización socialista, José Blanco, dio a conocer el acuerdo de la Ejecutiva socialista, del que no hay precedentes, y manifestó la voluntad de facilitar que UPN, el partido más votado el 27 de mayo, asuma el poder en minoría.

UPN, que ha gobernado Navarra en las últimas tres legislaturas, suma 22 de los 50 escaños del Parlamento foral, seguido de PSN y Na-Bai, ambos con doce, y de IUN y CDN, con dos cada uno.

Una vez descartado un gobierno liderado por el PSN, el siguiente paso será la convocatoria de la sesión de investidura a cargo de la presidenta del Parlamento foral, Elena Torres, que había fijado el día 18 como plazo límite para la proclamación de un aspirante.

Puras abandonó la sede de Ferraz sin hacer declaraciones, aunque según Blanco, el PSN, «aun no compartiendo» la postura adoptada por la dirección socialista, «la asume» y la gestionará.

«La única solución viable, que responde a la lógica democrática, es que el partido con más escaños en el Parlamento foral asuma la responsabilidad de formar gobierno», declaró Blanco.

Explicó que esta decisión responde «al momento presente» y busca favorecer la convivencia y superar «etapas de tensión y crispación» pasadas, aunque no aclaró si podría interponerse una moción de censura en el futuro con otras fuerzas políticas.

Para justificar el rechazo al gobierno tripartito, el 'número dos' socialista se amparó en la dificultad de generar confianza con Na-Bai y compartir proyectos políticos «tan contrapuestos» y que pudieran «confluir en un planteamiento común en tan poco tiempo».

Blanco aseguró que los socialistas navarros no darán pie a «situaciones de inestabilidad», al tiempo que instó a UPN a valorar el gesto del PSOE «después de lo que ha llovido y sufrido» en Navarra.

Miguel Sanz se mostró «muy contento» tras conocer la noticia, que se la comunicó el propio Blanco en conversación telefónica.
La intención de UPN es gobernar en minoría, aunque, según afirmó su secretario general, Alberto Catalán, mantiene «la mano tendida al entendimiento y al diálogo» hacia los partidos que «creen en el Amejoramiento del Fuero y en la Constitución, como son PSOE y CDN».