Diversos parlamentarios (Francisco Rodríguez -BNG- y Jordi Jané - CIU- en primer término), durante la comparecencia. Foto: EFE

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OTR/PRESS-PAMPLONA La ministra de Fomento, Magdalena Àlvarez, compareció ayer en el Congreso acerca de la crisis de infraestructuras catalana con la premisa de que no «se va a esconder de los problemas». Por esta razón, pidió perdón a los afectados por los continuos incidentes en las comunicaciones catalanas, y asumió errores en las actuaciones de transformación del sistema ferroviario, especialmente de la estación de Sants. A PP, CiU, ERC e IU-ICV no les contentaron estas explicaciones y pidieron en el Parlamento lo que ya habían anunciado anteriormente: su cese. La ministra les advirtió de que no dimitirá hasta que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no la cese.

La titular de Fomento acudió a la Comisión de Fomento y Vivienda para responder de las últimas polémicas en Catalunya. Alvarez reconoció que se tomó «una decisión que quizá no fue la más acertada», en relación a la remodelación de la estación de Sants para la entrada del AVE en Barcelona. «A la vista de los resultados, a lo mejor hubiera sido mejor eliminar el servicio ferroviario por la dificultad y los inconvenientes que traía compatibilizarlo», añadió.

Alvarez repartió explicaciones mencionando la duplicación de la señalización ferroviaria, la protección del cableado o el refuerzo del personal de mantenimiento, entre otras medidas adoptadas. Sin embargo, aseguró comprender la «frustración que sienten los ciudadanos en Catalunya», insistiendo en todo momento en el «esfuerzo inversor» realizado por Fomento y que, en ningún caso, se habría limitado a vivir de las rentas de la anterior legislatura, tal y como acusa el PP. .