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EFE-SAN SEBASTIÀN/VITORIA Las instituciones y los partidos políticos vascos condenaron ayer los ataques de violencia callejera que anoche se produjeron en Amorebieta (Vizcaya), San Sebastián y Vitoria y exigieron a la izquierda abertzale que rechace la «kale borroka».

Grupos de radicales arrojaron el lunes cócteles incendiarios contra el juzgado de paz y siete entidades financieras en Amorebieta, donde también quemaron contenedores de residuos; el «batzoki» del PNV en el centro de San Sebastián y un vehículo del ayuntamiento de Vitoria.

El consejero de Justicia del Gobierno Vasco, Joseba Azkarraga, a través de una nota remitida desde Argentina donde se encuentra de visita institucional, dijo que «lamentablemente parece que estamos ante una nueva campaña de los violentos».

«Si la violencia es en todos los casos un procedimiento inaceptable en la acción política, este ataque resulta especialmente grave y absurdo ya que los juzgados de paz son el primer eslabón de la administración de Justicia y el que se encuentra más próximo al ciudadano», apuntó Azkarraga.

El Delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma, también condenó los actos de violencia perpetrados ayer noche y recordó «a estos bárbaros que el Estado de derecho nunca baja la guardia y que tarde o temprano los autores de estos actos terroristas responderán ante la ley». El ayuntamiento de Amorebieta, en una nota firmada por los portavoces de PNV, EA, PSE, PP y EB, requirió a los autores de esos actos que «reflexionen acerca de las consecuencias que tienen sus sabotajes sobre bienes y personas de este pueblo». Después de recordar que los daños causados tendrán que ser sufragados «por todos», los portavoces municipales criticaron la «escasa consistencia de algunos planteamientos políticos valedores de un supuesto proceso de paz» por parte de la izquierda abertzale.

El presidente del PP de Vizcaya, Antonio Basagoiti, pidió hoy que «el Gobierno vasco no negocie con los amigos de ETA» la celebración de manifestaciones y que practique «la mano dura», ya que es «lo único que funciona».