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EFE/OTR-BURGOS/MADRID La Guardia Civil, bajo la dirección del Juez Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, detuvo ayer, en la provincia de Burgos, a seis integrantes, entre ellos un imam y una mujer, de una célula islamista que, por sus características, sería la primera trama de este tipo detectada en nuestro país. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, informó de que se trataba de un grupo «cohesionado y organizado» que recaudaba fondos para terroristas encarcelados y captaba y adoctrinaba muyahidines a través de foros y chats restringidos de Internet, es decir, utilizaba la Red para captar activistas y difundir el 'yihadismo' (guerra santa). La operación, que culminó con la detención de cuatro argelinos y dos marroquíes, se realizó con información de distintos servicios de inteligencia, especialmente de Suecia, Dinamarca y Estados Unidos.

La subdelegada del Gobierno en Burgo, Berta Tricio, no pudo confirmar si el líder de la célula, Abdelkader Ayachine (en la foto), es el Imam de Burgos, debido a que sobre el caso pesa el secreto de sumario.

Esta nueva operación contra el terrorismo islamista en España se inició a las 6.00 horas de la madrugada, cuando agentes de la Guardia Civil, bajo la dirección del Juez Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, detuvieron a cuatro personas en la capital de Burgos y a otras dos en las localidades de Briviesca y Vilviestre del Pinar. Además, se practicaron seis registros domiciliarios, en los que se intervino numerosa documentación, varios ordenadores y material informático en abundancia que está siendo estudiado por los agentes del Instituto Armado.

Entre los registros figura la carnicería musulmana 'Thiba', situada en el centro de la capital burgalesa, perteneciente al supuesto imam y líder de la célula que, además de vender cordero, empleaba el local para recaudar el 'zacat', la lismona que según los preceptos del Islam todo buen musulmán debe donar a los pobres. Eran esos fondos los que Ayachine derivaba a presos en Marruecos, condenados por los atentados de Casablanca en mayo de 2003.

Fuentes de la investigación informaron de que la carnicería pertenecía a uno de esos suicidas y que ahora se estudia si se la había vendido a Ayachine o si le había cedido la explotación.