Olga Viza presenta a los dos candidatos antes de inicarse el segundo debate. Foto: SUSANA VERA/REUTERS

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JAIME MOREDA

Dos realidades diferentes. El segundo debate que ayer noche protagonizaron José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy ofreció dos formas radicalmente diferentes de su visión de cómo se encuentra España. En casi ningún momento de la hora y media de tenso debate, con descalificaciones entre ambos candidatos y con acusaciones mutuas de mentir a los ciudadanos, los dos candidatos se pusieron de acuerdo en ningún asunto.

En definitiva, dos formas diametralmente opuestas de ver la situación del país. Zapatero, explicando lo logrado por su Gobierno en los últimos cuatros años y sus planes de futuro, y Rajoy negando que se haya hecho nada positivo y, de lo hecho, todo negativo. Una de las novedades de este segundo debate fue el «libro blanco» presentado por Zapatero en el que se recoge todo lo afirmado por el presidente del Gobierno.

Como era de esperar, los momentos más tensos se produjeron en el tercer bloque del temario, que se refería a la política internacional y la seguridad. Zapatero arrancó su intervención ofreciendo su compromiso a que el PSOE, «sea cual sea el resultado del próximo domingo, apoyará sin condiciones la política antiterrorista del Gobierno. Y me gustaría oír lo mismo del señor Rajoy. Sería la mejor noticia para los españoles».