La Comisión Europea recortó ayer en cinco décimas, hasta el 2,2 por ciento, su previsión de crecimiento de la economía española en 2008, como resultado de la contracción del sector inmobiliario, un proceso que se produce «más rápido de lo esperado».
Según el Ejecutivo de la UE, el ritmo de aumento del PIB seguirá frenando en 2009, hasta el 1,8%.
El Gobierno español, que también revisó sus previsiones la semana pasada, es más optimista, y espera un crecimiento del 2,3% este año y la misma tasa en 2009.
En rueda de prensa, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, explicó que el ajuste en el mercado de la vivienda está siendo más rápido de lo previsto y va a continuar «más rápido de lo que espera el Gobierno».
El Ejecutivo de la UE cree que la fuerte y constante caída de los permisos de obra demuestra que el sector inmobiliario español está viviendo un proceso de «ajuste estructural», que puede dejar el sector en sólo una tercera parte de su tamaño actual en el plazo de tres años. Almunia auguró que la oferta de construcción residencial se irá «alineando» con la demanda real, en torno a 450.000 viviendas anuales.
El comisario resaltó que, a pesar de la fuerte desaceleración, España seguirá creciendo más que la media de la zona euro, cuyo PIB aumentará el 1,7% en 2008 y el 1,5% en 2009.
La Comisión espera que la inflación, impulsada por el crudo y los precios de los alimentos, se mantenga alrededor del 4% hasta final de año, aunque bajaría al 2,6% de media el año próximo. En línea con esa evolución, también se moderará la renta disponible de las familias.
Por otra parte, el importe medio de las hipotecas constituidas sobre viviendas fue de 148.965 euros en febrero, el 0,79% menos con respecto al mismo mes de 2007, mientras que el número de viviendas hipotecadas en ese mes cayó el 25,83 por ciento, hasta las 81.897, según el Instituto Nacional de Estadística. El capital prestado se redujo un 26,41% con respecto a hace un año, hasta los 12.199,8 millones de euros.
Para el total de las hipotecas sobre cualquier tipo de finca rústica o urbana, el importe medio se situó en 169.320 euros, un 4,83 por ciento menos con respecto al mismo mes del año pasado; el número de fincas hipotecadas cayó un 18,90 por ciento hasta las 124.666 y el capital prestado fue de 21.108,4 millones, un 22,8 por ciento menos. Murcia y Baleares fueron las autonomías con mayor número de hipotecas por cada 100.000 habitantes, aunque el importe medio hipotecado fue mayor en Madrid y el País Vasco.
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