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EUROPA PRESS-MADRID/BILBAO El líder del PP, Mariano Rajoy, no está dispuesto a que las cosas se le escapen aún más de las manos y quiere meter en vereda, o al menos aplacar, a las voces discordantes que cada vez proliferan más en su partido. Tras verse con María San Gil, ayer se reunió con el portavoz popular de Exteriores en el Congreso, Gustavo de Arístegui, otro de los 'críticos', que definió el encuentro como «extraordinariamente cordial, positivo y muy fructífero». En este encuentro, Arístegui trasladó personalmente a Rajoy las críticas y reproches que ha formulado estas últimas semanas y el «porqué» de las mismas.

Arístegui ha sido uno de los dirigentes del PP que públicamente ha defendido que sería mejor que Rajoy desvelara su equipo cuanto antes. En los últimos días el dirigente popular también afirmó que sería «sano y saludable» que hubiese más de una candidatura en el Congreso Nacional y apostó por tender la mano a todos los sectores del partido.

Y en la reunión de poco más de una hora que mantuvo con Rajoy en Génova tuvo la oportunidad de trasladarle personalmente al líder del PP estas sugerencias o reproches y las razones que le llevaron a expresarlas públicamente. «Eso ya lo sabe y le he explicado por qué lo he dicho», afirmó Arístegui, que también reveló que «cuando uno tiene que decir todo lo que tiene que decir lo dice en privado» y, en consecuencia, le ha dicho «más cosas en privado» a Rajoy de las que ha dicho en público, aunque no quiso entrar en más detalles.

En todo caso, Arístegui destacó el ambiente «cordial» en el que se desarrolló la reunión, que definió como «muy cordial, muy admirable y muy franca». «Nos hemos dicho lo que pensábamos con toda lealtad y con toda sinceridad», insistió, y quiso dejar claro que, discrepancias al margen, lo importante es trabajar por la unidad del partido, un valor supremo que está por encima de desencuentros personales.

Por su parte, la presidenta del PP vasco, María San Gil, defenderá el próximo lunes, ante la Junta Directiva de su partido, que se celebrará en San Sebastián, la necesidad de adelantar a julio el Congreso previsto inicialmente en octubre.

Según fuentes cercanas a la dirigente popular, San Gil entiende que no existen causas que le hagan modificar su postura, manifestada en rueda de prensa el pasado miércoles. Entonces, la presidenta del PP en Euskadi destacó que había perdido «la confianza» en la dirección nacional del PP y que, si no la recupera, renunciará a presentarse a la reelección.