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OTR/PRESS-BADAJOZ El duro decreto contra la inmigración irregular elaborado por el Gobierno de Silvio Berlusconi ha desatado numerosas críticas por parte del Gobierno español. Si el viernes la vicepresidenta del Ejecutivo, Maria Teresa Fernández de la Vega aseguraba con firmeza no compartir la política de expulsiones italiana, hoy el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, insistía en Badajoz que las políticas de inmigración del Gobierno de Italia «ponen más el acento en discriminar al diferente que en gobernar el fenómeno».

El presidente Zapatero creía que la polémica con Italia por su política de inmigración estaba zanjada, pero el cruce de declaraciones no se detiene. Y es que el ministro italiano Umberto Bossi aseguró que los españoles disparan a los inmigrantes.

Ante esta acusación, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, señaló ayer que Berlusconi discrimina a los inmigrantes, en vez de gestionar la inmigración.

«Quieren criminalizar al diferente y yo asumo la responsabilidad de gobernar el fenómeno» de la inmigración, aseguró Corbacho durante la visita realizada al Ayuntamiento de Villafranca de los Barros (Badajoz) en el tercer día de su visita oficial a Extremadura. Para el ministro, «un inmigrante ilegal sólo puede tener un destino, el retorno a su país, pero por medio hay que cumplir todos los requisitos de respeto a los derechos humanos». Se refería a las redadas contra la inmigración irregular llevadas a cabo la semana pasada por la policía italiana que se saldó con la detención de 400 sin papeles con 53 expulsiones del país.