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El Pleno del Tribunal Constitucional expresó ayer su confianza en la presidenta del órgano, María Emilia Casas, en un Pleno gubernamental que sólo contó con el voto discordante del magistrado conservador Jorque Rodríguez-Zapata. La reunión había sido convocada tras hacerse pública la conversación mantenida por Casas con la abogada Dolores Martín Pazo, investigada por la muerte de su ex marido.

El Pleno escuchó el relato de la presidenta del TC, que mostró su convencimiento de que ni ella ni el Tribunal deben sentirse afectados por la conversación mantenida con la letrada, según fuentes del órgano judicial. A su juicio, pese a lo ocurrido, se mantenía la legitimidad para el cumplimiento de las funciones que constitucionalmente tiene encomendadas y añadió que tiene intención de continuar «con normalidad» el estudio y resolución de los temas a tratar en la agenda.

El Pleno, único órgano competente para la valoración de los comportamientos institucionales de sus miembros, ya que los jueces no responden disciplinariamente ante el Consejo General del Poder Judicial, recibió el discurso de Casas con agradecimientos.

Transparencia
Los magistrados aplaudieron la transparencia de su comunicación y le reiteraron su confianza para seguir a frente del TC, con excepción del conservador Rodríguez-Zapata, que eludió pronunciarse alegando que supondría una toma de postura que podría contaminarle en el futuro ante otras eventuales actuaciones referidas a este caso.

La decisión de Casas se produce días después de que la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo decidiera archivar el procedimiento que debía aclarar si Casas incurrió en un delito de asesoramiento ilegal, después de una conversación con la letrada Martín Pozo.