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La despedida de Àngel Acebes haciendo una cerrada defensa de su gestión y de la dura oposición al Gobierno, ha marcado la primera jornada del XVI congreso del PP, en la que el protagonismo se lo han repartido el hasta ahora secretario general, su sucesora, María Dolores de Cospedal, y José María Aznar. Ni De Cospedal ni Aznar han llegado a hablar en la primera sesión del congreso, pero la primera ha sido el objetivo preferido de los fotógrafos y cámaras de televisión a su llegada a la Feria de Valencia, lugar en el que se han dado cita los 3.025 compromisarios del partido.

Àngel Acebes defendió ayer su gestión en el PP como secretario general, cargo en el que dijo que siempre ha dado la cara por lo que le correspondía, y «si era necesario» por lo que no, y ha apostado por una formación de centro pero sin que éste lo marquen el PSOE y los nacionalistas. En su intervención ante el XVI Congreso del PP para hacer el informe de gestión del Comité Ejecutivo Nacional y en lo que ha sido su despedida como secretario general de los populares, Acebes aseguró que al Partido Popular le votan porque tiene principios y porque los defiende «con coraje y claridad».

Defendió que «no hay nada más de centro que defender los fundamentos constitucionales» y «no hay nada más moderno que luchar para preservar y extender las libertades individuales». «Ese es el rumbo del futuro», ha añadido. Como un «humilde militante», Acebes ha señalado que quiere un PP «unido» y opinó que si su partido ha conseguido gobernar en municipios, CCAA y en España es porque desterraron «prácticas perniciosas para la cohesión interna, como las camarillas, los bandos y las intrigas».

«El éxito del PP radica en buena medida en su condición de poderoso paraguas bajo el cual todos nos hemos sentido representados, acogidos y seguros», ha añadido. En este sentido, afirmó que al PP «nunca» le ha unido «ni un barón, ni una corriente, ni una sensibilidad, ni por supuesto la pertenencia a una determinada generación». «Lo que nos ha unido son nuestras siglas», matizó.

En un emotivo discurso de despedida, en el que a ratos se le veía visiblemente emocionado, apostó por preservar el «espíritu de equipo que ha hecho fuerte al PP y levantar la bandera de un gran proyecto político capaz de incluir a todos». «Yo quiero un PP basado en el mérito», aseguró.

Acebes dio por cerrada «una etapa» de su vida «muy intensa y muy dura pero muy apasionada» como secretario general, un puesto que definió como una «trinchera y al mismo tiempo una atalaya desde la que se divisa todo el horizonte político». Tras recordar la situación «complicada» y «adversa» del PP en 2004 tras una derrota electoral «contra todo pronóstico», un «cambio de líder» y un Gobierno «empeñado en destruir» al Partido Popular como alternativa política, aseveró que la «ofensiva» puesta en marcha por «la izquierda de Zapatero contra el PP» fue la «mayor operación de acoso y derribo contra un partido político jamás vista en democracia».

«Intentaron dividirnos entre duros y blandos, centristas y extremistas, progres y carcas», aseguró Acebes, e insistió en que el proyecto del presidente del Gobierno consistía en «crear las condiciones que le garantizasen una larga y placentera estancia en el poder: un PP sin principios o una crisis en el PP».

En su extenso discurso, Acebes elogió la labor de María San Gil al frente del PP vasco y de muchos compañeros vascos que con «profundo sentido ético» y un «coraje insobornable» se han convertido en «referentes morales y políticos para millones de españoles». De hecho, trajo a colación la frase que el británico Winston Churchill dijo a los aviadores británicos: «Nunca tantos le debieron tanto a tan pocos».