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EFE-WASHINGTON Las dificultades económicas que atraviesa España se agravarán en 2009, según el FMI, que bajó en medio punto su previsión de crecimiento hasta el 1'2 por ciento, lo que supone el mayor recorte de sus pronósticos a nivel mundial.

«Definitivamente nos preocupa la ralentización en España», dijo Charles Collyns, subdirector del departamento de análisis de la entidad. Para este año la entidad mantuvo su previsión de que el Producto Interior Bruto (PIB) del país se expandirá un 1'8 por ciento.

En abril, cuando el organismo hizo públicas sus previsiones, el Gobierno español tildó los números de «excesivamente pesimistas».
No obstante, al actualizar sus cálculos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) no sólo no se retractó, sino que auguró tiempos más difíciles para España, con una caída importante de la actividad económica en 2009 con respecto a este año.

El FMI dio un tajo a sus números pese a que al mismo tiempo revisó al alza las previsiones de crecimiento de los principales socios comerciales de España.

Un factor clave en esa discrepancia es el bajón del sector inmobiliario, que ha reducido la actividad económica y la riqueza de las familias que poseen una vivienda, según Collyns.

La caída de la construcción fue, junto con la erosión del consumo, la responsable de un deterioro más agudo que lo anticipado de la economía en el primer trimestre, al tiempo que hay señales de una desaceleración de la actividad industrial, según el Fondo. Pero el frenazo de la economía, a su juicio, no es la única amenaza para el país. También se enfrenta a una inflación «bastante alta» y a un déficit «amplio» de su sector exterior, por lo que Collyns afirmó que el Gobierno no debería caer en la tentación de aprobar más medidas fiscales para oxigenar la economía.

Al contrario que España, Alemania, Francia e Italia crecerán este año más de lo previsto en abril por el FMI.
La mayor economía mundial se expandirá en 2008 un 1'3 por ciento, ocho décimas más que lo que antes había augurado la entidad.