El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, pidió ayer a los agentes económicos y sociales, así como al resto de las administraciones públicas, un esfuerzo conjunto para afrontar la crisis económica que «tenemos que pagar todos». Solbes compareció ayer en la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso para hablar de la crisis y de las medidas para paliarla que ha tomado el Ejecutivo «con la máxima rapidez» y para las que pidió «cierta perspectiva» a la hora de evaluar sus efectos.
Pidió mantener la «serenidad y la confianza» en la recuperación de la economía, para la que, insistió, no hay «medidas milagrosas» y los «atajos son costosos a la larga».
En su exposición, Solbes reclamó el esfuerzo de todo el sector público y privado para hacer frente al deterioro económico. Así, reclamó a empresarios y sindicatos que, en el marco del diálogo social, acuerden un reparto equilibrado de los beneficios empresariales y los costes salariales. En este sentido, insistió en defender la moderación de los salarios porque «lo importante no es el incremento salarial, sino el empleo» y, en cuanto a las empresas, aseguró que no es partidario de una normativa que les diga lo que tienen que hacer con sus beneficios, si bien consideró necesario mandarles «un mensaje» para que sean responsables y sigan invirtiendo.
Solbes dedicó otros mensajes al sector empresarial, como el de rechazar que el Gobierno acuda al amparo de empresas que pasen por dificultades, ya que deben ser los accionistas, los mismos que antes han percibido beneficios, quienes ahora «deben asumir las eventuales pérdidas derivadas de su actividad».
El vicepresidente también pidió el esfuerzo de las demás administraciones, sobre todo las autonómicas, que como recordó gestionan una proporción «creciente» de los recursos públicos.
Solbes explicó que el Gobierno ha reducido sus previsiones de crecimiento de este año (1,6%) y el que viene (1%) porque el contexto económico internacional «se ha deteriorado más», al persistir las tensiones en los mercados financieros y al haberse elevado aún más el precio del petróleo.
Otro de los elementos que no ayuda a la recuperación es la inflación, que Solbes reconoció que podría repuntar en julio y agosto, para empezar a moderarse en septiembre. La tesis de que la economía española volverá a recuperarse en 2010 se basa, explicó, en que según el FMI ese año comenzará la recuperación mundial y en otras razones «técnicas» como el efecto base de la inflación, en el que afectará menos el encarecimiento del crudo aunque se mantenga en las tasas actuales.
Tras escuchar a Solbes, el portavoz del PP en la Comisión, Cristóbal Montoro, lo acusó de mentir a la sociedad por no reconocer durante más de un año que había una grave crisis económica.
Solbes reprochó después algunas de las políticas de los gobiernos del PP como las de bajar la tarifa de la luz o permitir la proliferación inmobiliaria.
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, criticó que, en tiempos de crisis, el Ejecutivo haya optado por un «ajuste blando» y avanzó su rechazo a unos Presupuestos que crezcan por debajo de la inflación.
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