El vicepresidente segundo, ayer a su llegada a la reunión informal del Ecofin en Niza. Foto: REUTERS

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OTR/PRESS-NIZA/MADRID

El vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, defendió ayer la validez del modelo de revisión salarial español frente a las críticas de la Comisión Europea, que considera que puede contribuir a aumentar las presiones inflacionistas.

Por su parte, el comisario de Asuntos Económicos de la UE, Joaquín Almunia, consideró que el problema de España es la «bajísima» productividad» y no el aumento de los salarios por encima de la inflación.

En sus previsiones económicas de la semana pasada, el Ejecutivo comunitario alerta de que en España «la existencia de cláusulas de indexación salarial plantea el riesgo de persistencia de las presiones inflacionistas». También el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, ha pedido en diversas ocasiones las últimas semanas que se supriman este tipo de cláusulas de indexación automática para evitar una espiral inflacionista.

Solbes se defendió de estas críticas recordando que en el modelo español «no hay que olvidar que los salarios no parten de la inflación prevista sino del objetivo de inflación». Ello permite que con una inflación por encima del 4% se negocien incrementos del 2%, resaltó el vicepresidente económico, que además aseguró que las cláusulas de revisión se aplican en condiciones que garantizan que «se consideren los elementos de productividad como elementos fundamentales para el incremento de salarios».

Por todo ello, Solbes dijo que entiende las «preocupaciones» de la Comisión, pero precisó que «en algunos casos pueden estar justificadas, pero no de forma general». Al ser preguntado a la entrada de la jornada final de la reunión de ministros de Economía de la UE, por si se puede modificar este sistema en España, el vicepresidente, a quien se unió el viceprimer ministro belga, Didier Reynders, en la defensa de las cláusulas de indexación salarial, indicó que «es un tema que corresponde a las partes hacerlo, no nos corresponde a nosotros».

Por su parte Almunia, al ser preguntado por las críticas de la Comisión Europea en este sentido, consideró que el problema de España no es el aumento de los salarios por encima del nivel de la inflación sino la «bajísima productividad» que ha hecho que la economía española pierda competitividad respecto a otros países de la UE y «resta posibilidades de encontrar palancas de crecimiento en un momento en que el sector vivienda y otros sectores están acusando debilidad».