Rajoy acudirá a la reunión con Zapatero «pese a los insultos de Blanco»

En rueda de prensa tras la reunión del comité de dirección, el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, pidió al PSOE que se «aclare» y sea «serio» y que deje de «marear, asustar, amedrentar y chulearse» y se ponga «de verdad» a trabajar para solucionar la crisis económica, en respuesta a Blanco, quien el domingo aseguró que a Rajoy «le importa un bledo que se derrumbe el edificio financiero con tal de quedarse con el solar».

Alfonso Guerra
«La sensación que da Pepiño Blanco es la de ser un demócrata de pacotilla al que le incomoda que haya oposición y que busca su eliminación por todos los medios políticos», aseguró el dirigente del PP, quien apostilló: «A Blanco le gustaría ser Alfonso Guerra, pero le faltan lecturas y sensibilidad social».

Aseguró que Blanco «estaría más cómodo en un sistema político en el que sólo existiera el PSOE, y no el PP, pero éste es un sistema en el que el Gobierno gobierna y la oposición hace oposición y él no puede ser la oposición de la oposición».

Insistió en que «no es presentable ni defendible» que en una situación como la actual el PSOE a través de Blanco «torpedee una reunión que todo el mundo está deseando que se produzca» entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición.

«España está en una situación lo bastante difícil como para que Blanco, el escudero de Zapatero, se dedique a hacer el indio y a insultar todos los días al PP y a su inteligencia», ha dijo.

Tras preguntarse si el dirigente socialista intenta «provocar» al PP para que no acuda a la reunión en el Palacio de la Moncloa, González Pons ha advirtió de que Rajoy no faltará a esa cita.

«El PSOE incurre en una extrañísima contradicción: por un lado nos invita a Moncloa a conocer nuestras propuestas y por otro nos insulta», apuntó, antes de pedir a los socialistas que se aclaren: «O están para insultarnos o para hablar con nosotros».

Para González Pons la reunión entre Zapatero y Rajoy debería tener tres ejes: hablar de reformas estructurales, de la situación del sistema financiero y de los presupuestos.

En este sentido, criticó que Zapatero, «como si fuera el perro del hortelano, que ni gobierna ni dejar hacer oposición», haya retirado de la mesa de negociación para un «posible acuerdo político» los Presupuestos Generales del Estado.

«Ya no podemos hablar de presupuestos y difícilmente de medidas estructurales, y no nos dejan hablar de la situación financiera porque dicen que transmitimos inseguridad al sistema. ¿Reunirnos para hablar de qué entonces?», preguntó.

En este sentido, reconoció que «difícilmente podemos llegar a un acuerdo si los presupuestos no están encima de la mesa».