La presidenta Kirchner adopta medidas drásticas para frenar la crisis económica.

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La decisión del Gobierno argentino de nacionalizar el sistema de pensiones se ha cebado con el parqué español, cuyo selectivo Ibex 35 se desplomó ayer un 8,16 por ciento, la segunda mayor caída de su historia, arrastrado por la mayoría de los valores, en especial, las grandes compañías con intereses en el país austral. Mientras que en el resto de bolsas europeas, las pérdidas oscilan entre el 4 y el 5 por ciento, los 'blue chips' españoles sufrieron ayer un duro castigo. Repsol, Telefónica, Santander y BBVA, se dejaron entre el 9 y el 15, debido a las noticias que llegan desde Argentina, que alimentan temores sobre el porvenir inmediato de su economía. Sin embargo, en Buenos Aires, el Gobierno argentino se reunió con representantes de empresas españolas para garantizarles «seguridad jurídica».

El gobierno de Cristina Fernández Kirchner prepara una drástica reforma del sistema de pensiones, que contempla el traspaso al Estado de cantidades millonarias gestionadas por la banca. La oposición acusa al ejecutivo de intentar «saquear» 30.000 millones de dólares en manos de los fondos de jubilación.

Esta medida ha provocado una enorme confusión y temor en la sociedad argentina a pesar de que la presidenta insiste en que con ella lo único que se pretende proteger a los pensionistas «privados» que han sufrido serias pérdidas por culpa de la crisis financiera internacional. «Nosotros hemos acudido en socorro de nuestros jubilados porque el sistema privado era un despojo», aseguraba Fernández Kirschner.

Pero los dirigentes de la oposición han recibido esta iniciativa con reparos. La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, afirma que el propósito del Gobierno con la iniciativa es «saquear los fondos a jubilados» a fin de «pagar deuda o hacer caja para las elecciones del año que viene». «Van por los fondos del sistema provisional y esto ha sido trágico en la historia argentina», agregó. Muchos argentinos ven así sobrevolar de nuevo el temido fantasma del 'corralito' ocurrido en las navidades de 2001.