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El Gobierno no emprenderá una reforma de la Ley de Cajas ante la «incapacidad» del líder del PP, Mariano Rajoy, de poner orden en el conflicto surgido en el seno de Caja Madrid. Así lo advirtió ayer la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que consideró «absolutamente insólito» que al hilo de un conflicto «partidario» como el de Caja Madrid se proponga, como ha hecho Rajoy, reformar una ley. Por su parte, el líder de los populares volvió a pedir más supervisión del Banco de España porque está «en contra de la intervención de los políticos en las cajas de ahorro».

En una entrevista en RNE, De la Vega aseguró que le parece «absolutamente insólito» que al hilo de un conflicto «partidario» se intente provocar un conflicto de Estado. A su juicio, es un conflicto «que afecta exclusivamente a las filas del PP» y, por ello, el cambio legislativo que propondrá en breve no es «en absoluto razonable».

En este sentido, recordó que las cajas están sometidas a control por parte del Banco de España y de las correspondientes comunidades autónomas, por lo que señaló que no le parece bien que la «incapacidad» de Rajoy para solucionar los problemas «lleve a reformar una ley».

Por su parte, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, consideró «muy grave» que Caja Madrid se vea sometida a una «presencia pública permanente» en plena crisis económica por «intereses personales de unos u otros». No obstante, descartó una intervención del Banco de España, tal y como reclama Rajoy. «Que la cuarta institución financiera del país, en un momento como el actual, esté sometida a una presencia pública permanente que no le hace ningún bien por razones de intereses personales de unos u otros me parece muy grave», agregó el vicepresidente en declaraciones a la entrada de la reunión de ministros de Economía de la UE.

Por su parte, Rajoy defendió la «despolitización» de las cajas. «Estoy contra la intervención de los políticos en las cajas de ahorro», aseveró, al ser preguntado, en un encuentro con medios digitales, por qué no ha intervenido de forma contundente para detener la batalla por el control de Caja Madrid.