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Los gallegos y los vascos están llamados hoy a elegir a sus representantes autonómicos en unas elecciones que se presentan más reñidas que nunca y con unos resultados tan inciertos que incluso podrían variar el escenario político actual en estas dos comunidades.

Las encuestas dadas a conocer en las últimas semanas tienen el denominador común de apuntar hacia un desenlace muy ajustado, por lo que los indecisos podrían ser determinantes para decantar la balanza de las urnas de un lado u otro, especialmente en Galicia.

Por eso, los partidos de ámbito nacional no han escatimado esfuerzos para llevar hasta el norte del país a sus primeras espadas, con el presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas, Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, a la cabeza de este desembarco.

En el caso de Euskadi, el tripartito vasco podría alejarse de la mayoría absoluta -que tampoco ha tenido en esta última legislatura-, con un alza muy significativa de los socialistas y con la ausencia de candidatos de la izquierda abertzale radical por primera vez en unos comicios autonómicos.

Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), hecho público a mediados de mes, el PNV de Juan José Ibarretxe podría sumar entre 26 y 27 escaños, frente a los 29 actuales, en tanto que el PSE de Patxi López pasaría de 18 a 26 diputados.

De confirmarse estos datos, el panorama político del País Vasco podría cambiar sustancialmente a favor de los socialistas, que, de hecho, sólo contemplan el escenario de la victoria de su candidato y el desalojo de los nacionalistas de Ajuria Enea.

No obstante, en el cierre de campaña, Patxi López quiso despejar dudas y subrayó que no va a gobernar «con un PP que sólo sabe hacer antinacionalismo y antisocialismo», ni con un PNV que «pretende imponer su modelo de país».

El caso de Galicia es radicalmente distinto y la mayoría absoluta es fundamental para que el PP recupere el Gobierno de la Xunta si no quiere que continúe el bipartito entre PSdeG y BNG.

Pronosticó el CIS para Galicia un mantenimiento de la situación de la última legislatura, con una victoria del aspirante del PP, Alberto Núñez Feijóo, con 35 ó 36 escaños frente a los 37 actuales, y un repunte del socialista Emilio Pérez Touriño, que lograría subir sus representantes en el Parlamento gallego de 25 a 27.

Así las cosas, PSdeG y BNG podrían mantener holgadamente su gobierno bicolor en esta comunidad, sin perder de vista, sin embargo, que al PP sólo le faltó un escaño en la pasada legislatura autonómica para lograr la mayoría absoluta, que podría conseguir según algunos sondeos.

Pero habida cuenta de que el número de indecisos en Galicia son casi una cuarta parte del electorado, tanto PP como PSOE han puesto toda la carne en el asador.

Los socialistas han insistido en hacer llamamientos para que nadie se quede sin votar y no han tenido reparos en acusar al PP de jugar con la abstención como la mejor baza para conseguir sus ambiciones de mayoría absoluta.

En cualquier caso, lo cierto es que Rajoy se ha instalado en Galicia durante los últimos quince días, protagonizando una campaña paralela a la de Núñez Feijóo.

También el vicesecretario general del PSE, el gallego José Blanco, ha estado «sudando la camiseta» en esta campaña electoral hasta el punto de que ni siquiera ha asistido a las últimas reuniones de la dirección socialista nacional en Ferraz.

No obstante, Touriño ha contado en la campaña con numerosos cargos socialistas, entre ellos los tres ministros mejor valorados: la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y los titulares de Defensa e Interior, Carme Chacón y Pérez Rubalcaba.