Iberia congelará los sueldos durante dos años. Con esta medida, la compañía pretende hacer frente a la grave caída de ingresos que atraviesa -un 18% en el primer semestre - y ahorrar 37 millones anuales, adicionales a los 200 millones ya previstos en su plan de contingencia. Así lo aprobó ayer el consejo de administración de Iberia, una medida conocida como Plan 2012.
La congelación salarial afectará a «toda la empresa» en 2010 y 2011. La empresa anuncia su intención de crear una nueva compañía para corto y medio radio.
El nuevo plan incluye también la aplicación del ERE en vigor a unos 200 empleados de 'handling', la jubilación anticipada para todos los tripulantes de cabina mayores de 55 años y la congelación de empleo.
La compañía busca hacer «un mayor hincapié» en las medidas de generación de ingresos, en el ahorro y eficiencia de los costes, en la mejora del servicio, con medidas de productividad para todos los colectivos de la empresa, y en un cambio de modelo de explotación en las rutas de corto y medio radio.
Con este nuevo modelo, que estará operativo en 2011, Iberia creará una nueva compañía de corto y medio radio, que operará en red con base en Madrid, y que «aportará y distribuirá tráfico para la creciente red de largo radio de la aerolínea».
La compañía justificó este nuevo plan director ante la reducción de la demanda y la negativa evolución del entorno económico que han «impedido que las medidas aplicadas hasta ahora hayan sido suficientes».
Iberia registró unas pérdidas de 165'4 millones de euros en el primer semestre del año, frente a un beneficio de 20'7 millones de euros en el mismo periodo del año anterior, impactada por la crisis, por lo que aceleró el desarrollo de su plan de contingencia.
«Este plan, cuyo objetivo es asegurar la viabilidad de la empresa y volver a los beneficios, da más solidez a Iberia y refuerza la situación de la compañía, concluya o no operaciones de tipo corporativo», señala la aerolínea, en proceso de fusión con British Airways.
En un comunicado, el consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez Lozano, calificó la situación actual de «insostenible» para la industria aérea, que «nunca ha vivido una situación tan dramática». Por ello, consideró «imprescindible transformar Iberia con soluciones imaginativas para poder tener un proyecto sólido y viable» que permita a la compañía volver a la senda de la rentabilidad.
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