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OTR/PRESS-VIGO/BILBAO

Los 16 marineros españoles que formaban parte de la tripulación secuestrada del atunero Alakrana ya están en casa. Los arrantzales vascos se trasladaron directamente a sus domicilios debido al «cansancio», pero los familiares destacaron la «emotividad» del reencuentro. Por su parte, los pescadores gallegos fueron recibidos entre aplausos en Vigo.

La tripulación española aterrizó en Torrejón junto con los familiares de los gallegos que se habían trasladado a Seychelles. Tras abandonar el avión de las Fuerzas Aéreas, los marineros fueron llevados a otros aviones fletados por los Gobiernos vasco y gallego, que les llevaron hasta sus respectivas comunidades autónomas.

Argi Galbarriatu, hermana del capitán, Iker Galbarriatu, y María Àngeles Jiménez, mujer de Gaizka Iturbe, señalaron que los marineros habían sido trasladados en vehículos a sus domicilios, ya que los médicos les han recomendado tranquilidad. «Están bastante cansados y nerviosos», indicaron.

Mientras tanto, los tripulantes gallegos aterrizaron a las 11.40 horas en el aeropuerto de Peinador, en Vigo, donde fueron recibidos entre aplausos por los familiares. Los marineros fueron recibidos por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que ofreció a la tripulación vehículos para trasladarse a sus viviendas.

Antes de la despedida, el patrón, Ricardo Blach, describió el «temor» experimentado durante la liberación y agradeció a todos los agentes implicados su trabajo en favor de este rescate.

Blach declaró que en el momento de ser liberados, otros piratas esperaban para llevar a cabo otro secuestro, pero que gracias a los avisos a las fuerzas de seguridad españolas en la zona se pudo evitar.

Igualmente, desveló que sus raptores les mantuvieron a él y al capitán en el puesto de mando, «sentados en una silla» todo el día, «durmiendo en el suelo» y teniendo que pedir «permiso para ir al servicio». Por el contrario, señaló que el resto de la tripulación fue retenida en el comedor de marinería «tirados boca abajo» y «siempre encañonados», llegando a estar más de 30 personas en una estancia de «unos 20 metros». Posteriormente, los captores dieron libertad a los marineros para «ir al servicio, a la cocina, al comedor y visitar a sus compañeros».

Por otra parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, exigió ayer al Gobierno que aclare si pagó o no un rescate para liberar el pesquero, después de que algunas publicaciones apuntaran ayer que se produjo ese pago. Así, defendió el «derecho» de exigir responsabilidades al gabinete socialista «por haber mentido y engañado una vez más a los españoles».