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El treinta por ciento de las fallecidas por violencia de género son menores de treinta años desde que se tienen estadísticas, pues entre 2003 y 2009 fueron asesinadas 471 mujeres de las que un tercio (121) no habían cumplido la treintena, según cifras oficiales.
Después de que el Ministerio de Igualdad confirmase que los dos asesinatos registrados ayer en Madrid y Almería de dos mujeres extranjeras de 29 y 26 años de edad, respectivamente, fueron casos de violencia machista, el balance de fallecidas en 2010 se elevó a seis víctimas, de las que un treinta por ciento eran menores de 30 años.
Un porcentaje similar registran las menores de 30 años que llaman al teléfono gratuito 016 de atención al maltrato, pues de las 6.213 mujeres que facilitaron información sobre su edad, 1.237 estaban en la veintena y cincuenta eran menores de 18 años.
¿Denuncias falsas?
En los dos últimos casos de violencia machista mortal registrados, ninguna de las víctimas había presentado denuncia, como tampoco lo habían hecho otras tres de las seis fallecidas.
A este hecho se refirió la responsable de la Secretaría Confederal de la Mujer de Comisiones Obreras, Carmen Bravo, quien en su opinión, el hecho de que sólo una de las seis fallecidas este año hubiera interpuesto denuncia es reflejo del «daño que están haciendo las campañas que dicen que las mujeres denuncian en falso y que pese al gran esfuerzo que se está realizando desde todas las instituciones, están haciendo que las mujeres se retraigan al pensar que nadie las va a creer».
Ésta es la misma conclusión que extrajo la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, quien afirmó que «en los últimos tiempos asistimos a campañas en las que se dice que las mujeres utilizan la Ley Integral intentando sacar provecho o beneficio personal, pero que el maltrato que denuncian no es real, y son ataques que se producen desde los que debieran proteger a esas mujeres». Según Besteiro, estos «ataques feroces a la ley están haciendo un daño muy grande y provocan que muchas mujeres duden en denunciar».