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El tiroteo que acabó el martes con la vida de un policía francés en una localidad al sureste de París se produjo después de que las fuerzas de seguridad galas sorprendiesen a cuatro terroristas repostando gasolina en la carretera en cuatro coches robados en las inmediaciones de un taller de coches de segunda mano. Fuentes de la lucha antiterrorista señalaron que el comando etarra planeaba un gran robo de explosivos con los automóviles robados.
Los hechos comenzaron hacia las 19.00 horas del martes, cuando un comando de ETA integrado por entre siete u ocho terroristas se introdujo en un negocio de coches de segunda mano de la localidad francesa de Dammarie-les-Lys y se apoderó de varios BMW.
Sin levantar sospechas, entraron en el local, amenazaron a un empleado del concesionario que tomaron como rehén y abandonaron el lugar a bordo de los vehículos después de dejar maniatado al trabajador.
Sorpresa
A menos de un kilómetro de distancia, una patrulla de la Gendarmería sorprendió en el arcén de una carretera a cuatro de los terroristas implicados cuando trataban de llenar con garrafas los depósitos de los coches recién robados. En el momento en que los gendarmes trataban de identificar al grupo y esposaban a dos de los terroristas, irrumpió en escena por detrás el resto del comando que abrió fuego contra los agentes.
En el tiroteo fue alcanzando mortalmente al gendarme Jean-Serge Nérin, un brigada de 52 años y padre de cuatro hijos, que falleció poco después. Fue entonces cuando los cuatro etarras que estaban siendo detenidos trataron de huir, unos subiéndose a los vehículos donde esperaban sus compañeros y otros campo a través.
Éste fue el caso de Joseba Fernández Aspurz, 'El Guindi', que no consiguió su propósito y fue arrestado poco después.
Los Servicios de Información coinciden en la hipótesis de que ETA tenía intención de utilizar en breve los vehículos robados, aprovechando que un coche de alta gama no llamaría la atención de las Fuerzas de Seguridad.
También trabajan con la tesis de que la banda cuenta con algún garaje en la zona norte de Francia donde iba a preparar los vehículos y que conserva todavía una red de zulos con explosivos en el país vecino.