El presidente de la Comisión Europea (d), José Manuel Barroso, responde durante el turno de preguntas al presidente del organismo, en la sesión plenaria del Parlamento Europeo en Estrasburgo. | CHRISTOPHE KARABA

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La Comisión Europea (CE) dio ayer el visto bueno a los esfuerzos de España para reducir el déficit público este año, pero reclamó al Gobierno que concrete nuevas medidas de ajuste para cumplir el objetivo fijado de cara a 2011.
Bruselas considera que las metas de déficit que se ha planteado España -un 9,3% del Producto Interior Bruto (PIB) para 2010 y un 6% en 2011- son apropiadas, pero tiene algunas dudas sobre las acciones que hasta ahora se han anunciado para llevarlas a la práctica.
«Para 2010, no se necesitan medidas adicionales», deja claro el texto aprobado hoy por el colegio de comisarios, que reconoce el importante ajuste fiscal en el que se ha embarcado España. Sin embargo, cree que «las medidas anunciadas recientemente podrían no ser suficientes para alcanzar el objetivo revisado de 2011».
Por ello, Bruselas pide al Gobierno que concrete medidas de saneamiento «equivalentes al 1,75% del Producto Interior Bruto (PIB) en los presupuestos de 2011», es decir unos 18.000 millones de euros. De ese porcentaje, más de la mitad -en torno al 1% del PIB- podría lograrse simplemente si se respeta el techo de gasto de 122.000 millones de euros fijado recientemente para el presupuesto de 2011, indica la CE.
Medidas adicionales
De todos modos, Bruselas avisa de que «las medidas individuales para mantener el gasto por debajo de ese techo todavía necesitan ser identificadas» y, por eso, habla en su informe del 1,75%. «Más allá de eso, hay necesidad de concretar tres cuartos de punto adicionales del PIB», explicó el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.
La Comisión aconseja, además, a España que ese esfuerzo extra se haga más por la vía del gasto que por la de la recaudación. «La experiencia demuestra que los recortes del gasto son más efectivos a medio plazo que los incrementos de los ingresos», especialmente «para países que necesitan recuperar la competitividad», señala el informe.